Claves para una reforma perfecta (parte III)

Las mejoras de una reforma tienen que estar bien seleccionadas en cuanto a materiales se refiere. Vale la pena invertir un poco más en materiales de alta calidad que nos ayuden a ahorrar energía y que a su vez resulten más duraderos.

Hay que empezar por los elementos estructurales (cubiertas, paredes, soleras y cerramientos), es importante que un arquitecto revise el estado en el que se encuentran. Si es un solar o vivienda antigua, el control de la humedad es muy importante porque una casa con humedades puede gastar hasta un 30% más de calefacción, a parte de que es insalubre. Hay empresas especializadas en este tema que realizan unos tratamientos muy efectivos contra las humedades.

El buen aislamiento de paredes, techos y cubiertas supone un ahorro energético en climatización de hasta un 35%. Es la mejor manera de proteger térmica y acústicamente una vivienda. Láminas de fibra de vidrio, que además protegen del fuego, pinturas refractantes o cubiertas vegetales, son algunos de los sistemas efectivos.

Si sólo queremos renovar el aspecto exterior de nuestra vivienda y mejorara nuestra calidad de vida, existen los sistemas de fachadas ventiladas. No roban espacio interior y renuevas el aspecto exterior. Con esto ganamos protección térmica, solar y acústica, además de mantener una temperatura constante en el interior de la vivienda. Todo es gracias a la cámara de aire que se crea entre las dos fachadas.

Cuando nos lo pueda permitir el espacio y el diseño de la vivienda, es un punto muy bueno colocar algún lucernario o ventana con vidrio fotovoltaico, que genera energía además de que puedes personalizarlos en cuanto al color, diseño y grado de transparencia.

Es la tendencia actual, apostar por casas ecológicas, así que no podemos olvidar las placas solares, que a día de hoy se colocan en todas viviendas de nueva construcción o reforma.